Este otoño extraño de temperaturas atípicas nos está dejando espacio para seguir respirando al aire libre. Son las últimas bocanadas de aire fresco antes de sentarnos delante de la estufa con un libro entre las manos. Antes de decir adiós a la sal, antes de dejar a nuestra piel que pierda la última capa de dorado. Antes de reconvertirnos, por unos meses, en seres envueltos en capas y capas de abrigo. Yo soy más de verano, de vida al aire libre, de sol y de playa...Pero este año tengo el firme propósito de no dejarme vencer por la apatía hivernal, de no perder de vista que el flujo de la vida continúa y no hay que dejar escapar ni un minuto de nunestra existencia. Que, en definitiva, es el bien más escaso del que disponemos.
sábado, 31 de octubre de 2009
domingo, 25 de octubre de 2009
viernes, 23 de octubre de 2009
jueves, 15 de octubre de 2009
lunes, 5 de octubre de 2009
sábado, 3 de octubre de 2009
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